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lunes, 17 de agosto de 2009

Que habrá sido de ...

Después de decidir “inconscientemente” dejar de lado el blog a causa del abandono repentino de la dieta y varios asuntos personales, ayer me paré a pensar en todas las cosas que algún día empecé con mucho entusiasmo y que jamás terminé.

Y entre la larga lista, lo que más me pesaba era esto del blog, porque sentí un poco de tristeza al darme cuenta que había dejado algo que me hacía bien.

El hecho de estar a dieta y compartir la experiencia con otras personas me motivó mucho y lo que más lamenté fue perder el contacto con las lectoras y blogueras a las que tanto cariño les tomé.

Puede sonar raro porque tengo amigas y sé que el valor de la amistad se nutre de muchas cosas, especialmente de estar presente cuando te necesitan o necesitas, pero yo a través de este espacio me sentí comprendida y contenida “virtualmente” y eso es igual de válido.

Fue esa rara la sensación la que me llevó a entrar nuevamente aquí pensando:

¿Qué habrá pasado con el blog?

¿Habrá entrado gente a dejar comentarios o todos olvidaron el asunto como lo hice yo?

Hermosa sorpresa me llevé al ver que habían dejado saludos , entre ellas:

Lidu (mi compañera virtual de régimen) de la cual me encantaría tener más noticias.

Una niña de Chile con un comentario precioso, que aprovecho para enviarle saludos.

Flo que pase por su blog a dejar un comentario y luego de una larga inspiración, hubo error para guardarlo =(

Ilegalmente rubia, que siempre estuvo presente aquí.

Sonia que tiene un blog que invita a seguir visitándola por las fotografías que expone y que es un espacio donde no se necesitan palabras porque las imágenes lo dicen todo

Pepita la Pistolera, que con su encanto enamora a todo hombre que se le cruza y también a sus lectores a través de su blog

A todas ustedes y al resto de gente que participó de este espacio, gracias de corazón por estar presentes.

Volveré a empezar de cero (no, tan de cero no porque no aumenté todos los kilos) y en el próximo relato les cuentos las desventuras que sucedieron en este tiempo de ausencia, prometido!

sábado, 25 de abril de 2009

Alguna novedad?

Aquí estoy de nuevo, pero sin novedades.

Esta semana no fui a la cita con la doctora, me salté el compromiso.

Estuve de cumpleaños en cumpleaños.

¿Por que todas mis amigas nacieron el mismo mes?
¿Se pusieron de acuerdo?
¿Tengo un imán para elegirlas según el signo zodiacal?

A mis próximas nuevas amigas o conocidos que surjan en el futuro lo primero que voy a hacer es preguntarles cuando cumplen años y si me responden entre abril y mayo, serán descartados automáticamente…jajaja!

Es que no hay dieta, ni presupuesto que aguante un abril tan intenso.

Continuando con tema peso. No tengo ni idea en cuanto estoy. Tengo penalizada la acción de subirme a una, no quiero saber nada del tema.

Me siento igual que la semana pasada y eso es buena señal.

Así que hasta el próximo relato!

Nota para amigas: chicas, que igual las quiero mucho! No me tomen en serio, es la dieta que me hace decir tonterías.

martes, 14 de abril de 2009

El reencuentro

Ya estoy en 63.900 kg. Cada nuevo número que veo en la balanza, me encanta (siempre que sea menor al anterior) por supuesto!

Ya me avisó la doctora que a partir de esta etapa bajaré menos de semana a semana.

Si bien sigo atenta a lo que dice la balanza, siento que me importa menos que antes el temita número, porque ya estoy sintiendo los cambios en el cuerpo. Me noto mas liviana, mas chiquita y delgada.

Pero mejor pasemos a lo más relevante de esta semana:
"LA ROPA"

El momento exacto de abrir el armario y reencontrarme cara a cara con aquel bendito jeans que estaba censurado, fue alucinante. Parecía que me estaba reencontrando con el amor de mi vida…. Cuanta nostalgia!

Unos segundos antes de probarme el pantalón, me asaltó una duda existencial:
¿Lo hago ahora o espero unas semanitas mas?
Tic-tac, tic-tac, tic-tac (pasaban los segundos mientras mi mente divagaba con los posibles resultados)

Finalmente, decidida a pasar la prueba de fuego, me desvestí en un segundo… respiré hondo… cerré los ojos y … subí el jeans de un tirón.

POR FIN… ME ENTRÓ LA ROPA QUE HACÍA TIEMPO QUE NO USABA!!!

Toda emocionada, corrí hasta el espejo para verificar que no me había equivocado de jeans (todavía no caía de la alegría) y supervisar que me había entrado sin romperse por ningún lado…jajaj!

No puedo especificar cuantos minutos estuve paseándome por la habitación con la sonrisa gigante en la cara, pero era digno de una loca perdida.

Y pensar que toda esa ropa la iba a donar. Ahora tendré que regalar la que me queda grande!

miércoles, 8 de abril de 2009

El camino de bajada

Tengo una buena noticia, que quiero compartir:

Al subir ayer a la balanza de mi doctora, apareció el número mágico de 64

No redondeado como parece, por que indicaba 64.300, pero eso sigue siendo un 6 y un 4!

Y estoy muy contenta porque me costó mucho bajar desde la última vez. Según la doctora, a partir de ahora voy a bajar poco a poco porque ya no es tan estricto el régimen y ahora mismo puedo comer casi-de todo, siguiendo las pautas alimenticias que me dieron.

Es decir, que ya pasó lo peor!

Digamos que estoy a medio camino y lo difícil ya lo superé.

¿Y qué fue lo más difícil de esta etapa? ¿Quieren saberlo?
Cuando decidí bajar de peso (estaba en 70 kilos a punto de reventar y salir disparada por los aires) fuí consciente de que no sería un camino de rosas, entonces antes de visitar a la nutricionista pensé en algunas estrategias para no desfallecer en el camino…. (vale, vale… soy una exagerada, lo sé…jaja)

Lo primero fue mirar el calendario y pensar que fecha era la más adecuada para comenzar (sin que tuviera compromisos o eventos sociales inevitables como: fiestas, bodas, bautismos, cumpleaños, etc).

Aunque fue un poco complicado encontré un hueco con margen de 2 meses.

Luego, informé a mi gente de mi decisión porque pensé que si todos lo sabían, podían ayudarme a no caer en tentaciones. Sobre todo mi chico (que hace manjares en la cocina)

Además no hay nada que me dé más bronca que las mujeres que hace tiempo que no ves y de golpe aparecen flacas-flaquísimas y al preguntarles que dieta hicieron, responden:
- Yo, dieta? Ninguna! Lo que pasa es que tuve un virus estomacal y... bla, bla, bla (ahora le dicen "virus")
- Noooo, dieta, no. Si me alimento como una vaca (mientras muerde una manzana verde)
- Es que los nervios no me dejan comer (mientras entran y salen de un centro de estética)

Yo en cambio, lo grité a los 4 vientos… “ESTOY A DIETA” y pensé que blanqueando la situación safaría de las invitaciones a cenas con amigas/os y que podría evitar las comidas obligadas de trabajo.

A las cenas con amig@s, asistí casi a todas y tengo que reconocer que se portaron muy bien, porque en gral nuestro grupo es de los que se juntan a COMER y BEBER bastante seguido y no son precisamente comidas ligeras. Teniendo un amigo chef que cada vez se luce más con sus recetas, comprenderán de lo que hablo. Pero con la amabilidad que lo caracteriza, siempre me preparó una cenita light especial.

Claro, entre amigos de confianza una puede sincerarse pero y en las comidas del trabajo? Ahí sí que no vale ninguna excusa, menos cuando sales a comer a Restaurant y todos quieren comer paella.

Poco a poco fui aprendiendo a decir NO, gracias.

Creo que el NO, gracias! lo dije un promedio de 3 veces al día mínimo, comenzando a primera hora de la mañana en la oficina cuando el Director nos dejaba una bandeja repleta de pastas dulces , porque simplemente estaba de buen humor y quería sorprendernos con un lindo gesto de su parte para que comenzáramos bien la jornada laboral.

A media mañana, en la hora del cafecito, mis compañeras con toda buena intención no paraban de convidarme todo tipo de barritas de cereales o galletas biológicas rellenas de chocolate o avellana, porque les daba pena verme comer una fruta… como si fuera a desnutrirme!

Y a la hora de la comida, tuve que armarme de valor para elegir el menú de ensalada acompañado de un segundo plato de pollo, pescado o carne, sin postre ni pan ni bebida distinta al agua natural, mientras mis compañeras disfrutaban de una rica pasta a los 4 quesos.

Todo esto que cuento, vivido día a día al final me hizo más fuerte.
Y el esfuerzo resultó gratificante al ver que da resultado…. Que se puede bajar de peso comiendo!

Porque les cuento que no pasé hambre en ningún momento. Lo que tuve fueron ataques de ansiedad, de querer devorarme todos los chocolates del supermercado o de dar un mordizco al postre tiramisú de mi compañera de trabajo, pero hambre… lo que se dice hambre no tuve.

Ahora que bajé casi 6 kilos estoy motivada para seguir adelante!

jueves, 26 de marzo de 2009

Un tropezón

Esta semana ya debería estar pesando 64.

La dieta que sigo estipula la bajada entre ½ kilo a 1 kilo por semana o cada diez días. Y yo sigo clavada a los 65, por que será?

Solo hay una respuesta y no puedo mentir a nadie porque la balanza (váscula como se dice aquí) es la prueba de fuego.
Esta semana hice todo mal y los resultados lo demuestran.

Estos días fueron complicados para seguir la dieta. Puedo dar ochenta mil razones pero la principal es que pasé por un momento en que nada me importó. Me daba exactamente igual todo y tuve un ataque de rebeldía. Quien dice que solo se puede ser rebelde en la adolescencia?

¿Cómo es la mente, no? Porque con solo probar el postre (un rico tiramisú) en una comida de trabajo en un lindo Restaurant, saltaron todas las alarmas de las papilas gustativas y una cosa llevó a la otra, haciéndome saltar varios días la dieta.

Cuando una se encuentra en esa situación hay 2 caminos a seguir: el primero es resignarse y el segundo es quemar más calorías para compensar.

Y cual tomé yo? El primero. No tenía ganas ni fuerza de voluntad. Desconecté de todo.

Por suerte, esto duró unos días y enseguida volví a cruzar de vereda (acera se dice en España) y ya estoy de vuelta al ruedo con energías renovadas.

A pesar de mi corto-circuito mental, no subí ni bajé de peso, porque cuando volví a conectar con la realidad y mi meta de bajar de peso, decidí compensar esos días de exceso comiendo solo fruta y tomando mucho líquido.

Como sigo un plan nutricional y además pago por ello, obviamente no me hace mucha gracia saltearme comidas principales y reemplazarlas de esta forma, pero creo que me funcionó.

Como dicen por ahí: un tropezón no es caída, pero como cuesta sobrellevarlo....ufff!

jueves, 19 de marzo de 2009

Ese lugar extraño llamado Gimnasio

No siempre hablaré de los kilos y todo el rollo de adelgazar porque no quiero ser monotemática.
Voy a actualizar los datos del peso una vez a la semana, así me doy tiempo para notar los cambios.

A causa de haber abierto este blog y tener que pensar en el contenido, me volví mas observadora. Ayer al llegar al gimnasio, me llamaron la atención algunas cosas que detallo a continuación:


- Por qué algunas mujeres entran a clase maquilladas con base, rímel y brillito en los labios?
- Por que los hombres que están en la sala de aparatos no paran de mirarse en el espejo mientras hacen la rutina de ejercicio?
- Por qué cada vez que hacen un ejercicio de peso hacen esos ruidos tan extraños que parecen animales en celo?
- Por qué ponen el canal de documentales en la tele que hay en la sala de fitnnes? A quien le interesa hacer deporte mirando cómo se reproduce la especie?

Realmente es para hacer un estudio sociológico porque es un habitat un tanto extraño.

Eso no va impedir que comience a armar mi bolso de deporte y dentro de un rato salga volando para el gym porque hoy me comí una barrita de chocolate NO PERMITIDA y tengo que quemar calorías por obligación!

Mmmmm que rico que estaba el chocolate, como algo asi puede contener tantas calorías.... no es justo. PROTESTO!

En tu gimnasio, pasan estas cosas?

lunes, 16 de marzo de 2009

El lunes empiezo

Les cuento que para bajar de peso sigo una dieta amplia, que me permite comer 5 veces al día sin tener que medir cantidades, por lo cual no paso hambre.

Obviamente que no incluye todas las cosas ricas que antes comía y que ahora son productos NO PERMITIDOS, pero debo confesarles que me siento bien y tengo energía. Además ya no tengo ardor en el estómago y parece que el proceso de digestión no está tan lento como antes.

Pensé en plantearme metas cortas y realistas para que pueda ir viendo los resultados poco a poco y sentir satisfacción al lograrlas.

Basta de escribir y vamos a lo que vamos… los datos!

Peso inicial: 66,6 Kg (principio de marzo)
Peso actual: 65.6 kg
1º meta: 64 Kilos
2º meta: 62 Kilos
3º meta: 60 kilos
4º meta: 58 kilos
Meta final: 56 kilos

Logros: -1 Kg.
Estado de ánimo: Alegre!

Esta es mi historia

¿Por que el título de este blog es Volver a ser flaca?

Simplemente porque toda mi vida lo fui y quiero volver a sentirme como antes.

Tengo 30 años y a los 27 años hice un gran cambio en mi vida al venirme a vivir a España desde Argentina. Eso conllevó un montón de cambios a nivel emocional tambien.

Hasta aquel entonces me encantaba mi cuerpo, mi autoestima era elevada y me sentía segura de mí misma en todo aspecto. Comía lo que quería y no me privada de nada… que tiempos aquellos!

Mi peso oscilaba entre 53 y 55 kilos y con mi 1,70 de altura me sentía esbelta y armoniosa.

Con el pasar del tiempo y sin darme casi cuenta engordé un montón. Analizando las causas de semejante cambio corporal, llegué a la conclusión de que fueron varios factores los que me llevaron a verme así ahora, pero el principal fue la ansiedad.

¿Y cual fue el detonante que me llevó a tomar la decisión de bajar de peso recién ahora?

Mmm, lo voy a confesar:

La 1ª fue que la gente de mi entorno se dió cuenta antes que yo de mi cambio corporal y me empezaron a cuestionar si estaba embarazada en reiteradas ocasiones. Que feo, es tener que dar explicaciones sobre un aspecto en tu vida en el que no te sentís bien y lo peor es que no tenía justificación para el exceso de peso.

Y la 2ª fue el día que ví aquel maldito número en la báscula (o balanza como la llamamos en Argentina)... nada mas y nada menos que 70 kilos....Nooooooo!

Ese número provocó una revolución en mi interior, porque me engañaba a mi misma no queriendo ver la realidad. Tuve una crisis existencial que me puso en orden la cabeza y concluí en que la mayor parte de mi malestar radicaba en no sentirme a gusto con estos kilos demás y eso estaba perjudicando otras áreas de mi vida.

Decidí que no quería seguir así, pero que tampoco iba a pagar un alto precio por estar flaca.

Con esto quiero decir que soy incapaz de dejar de comer y entrar en desórdenes alimenticios como bulimia o anorexia porque no quiero de ninguna manera perjudicar mi salud física o mental.

Leí muchos blog de chicas que desean ser princesas y observé que están dispuestas a poner en peligro sus vidas por este único objetivo. Yo las respeto, pero no será ese mi camino porque tengo la convicción de que se puede llegar a bajar de peso de forma saludable y además no me atraen los cuerpos excesivamente flacos al punto de que se vean lo huesos.

Cada cual es dueño de sus decisiones y de su vida.

Conclusión: Dí el primer paso que es el más difícil…. Tomé acción y aquí estoy contándoles lo que hice para comenzar esta nueva etapa:

1º) Hace 3 semanas, fui a un centro de reeducación alimenticia, para que me atienda un profesional , me diera una dieta y supervisara mi nutrición. No doy mas datos porque no quiero hacer publicidad.

2º) Me anoté en el gimnasio y voy 3 veces a la semana a clases de spinning que queman cantidad de calorías. Y le estoy tomando gustito a esto de pedalear al ritmo de la música.

3º) Abrí este blog para llevar un registro y seguimiento de mis avances (o retrocesos). Aquí me voy a exponer de forma anónima y contaré mi día a día con la intención de comprometerme aún más con mi meta y de tener un feedback de la gente que se anime a dejar comentarios, que ojalá haya muchos.

Me encantaría sentirme acompañada!

Me acompañas?